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domingo, 30 de agosto de 2009

Vigorexia

¿Qué es?
Es un trastorno mental no estrictamente alimentario, pero que sí comparte la patología de la preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del esquema corporal.

Causas
Los signos más frecuentes son:
Mirarse constantemente en el espejo y aún así sentirse enclenques
Invertir todas las horas posibles en hacer deportes para aumentar la musculatura
Pesarse varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que hacen fisicoculturismo
La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo, que hace que el vigoréxico se sienta fracasado, abandone sus actividades y se encierre en un gimnasio día y noche
También siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular, por lo que corren mayor riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides.

Tratamientos
Si bien se ha comprobado la existencia de trastornos en los niveles de diversas hormonas y mediadores presentes en la transmisión nerviosa en el sistema nervioso central, los principales factores desencadenantes involucrados son de tipo cultural, social y educativo, a los que estas personas están expuestas continuamente. Por ello, el tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva que tienen sobre su cuerpo.
El entorno afectivo cumple una función muy importante en su recuperación, al brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas más razonables. Es necesario disminuir el entusiasmo y la ansiedad por la práctica deportiva intensa logrando que se interesen por otras actividades menos nocivas para su cuerpo. El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la persona padezca algún trastorno psicológico, pero siempre debe estarse muy atento ya que las probabilidades de que sí aparezca son mayores en éstas personas.

Otros datos
Numerosos problemas orgánicos y lesiones pueden aparecer cuando la práctica deportiva es excesiva.
Las desproporciones entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.
La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.
La alimentación es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas proteínas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular. Ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.
El uso de anabólicos es también otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento físico e incrementar el volumen de sus músculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, entre otros. Es importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la resistencia.
Las endorfinas constituyen un grupo de hormonas que produce el propio organismo, con propiedades similares a la morfina, como un mecanismo de defensa ante diversos estímulos. Principalmente actúan como analgésicos endógenos. Cuando la persona practica deportes rutinariamente hasta extenuarse, el organismo comienza a producir estas sustancias para aliviar los síntomas, y esto le permite poder continuar el trabajo por más tiempo cada día. A medida que pasa el tiempo se requerirá una cantidad cada vez mayor para poder soportar el dolor, lo que acarreará serias consecuencias. Todo esto lleva al desarrollo de una verdadera adicción a las endorfinas. Debe prestarse mucha atención al dolor, por que es una señal de alarma de las posibles consecuencias del sobre-entrenamiento.

lunes, 10 de agosto de 2009

Hombres con anorexia y bulimia

En general se cree que la anorexia es propiedad exclusiva del género femenino, si bien las damas enfrentan un riesgo mayor porque los parámetros de belleza que se les imponen son más estrictos, esto no garantiza su exclusividad.
La creencia errónea se justifica por la escasa difusión que tienen los desórdenes alimentarios en la población masculina.
Los trastornos alimentarios se están volviendo cada vez más comunes entre los hombres, según afirma la jefa del Área de salud y Nutrición de la Dirección General de la Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Mar Garrido.
Como es sabido, la mayor culpa la tienen los medios de comunicación ya que imponen un estereotipo de hombre bello, exitoso, inteligente y con muy buen físico, que en verdad dista mucho de la realidad y se acerca más a la utopía.
Esto hace que la mayoría de los jóvenes asocien la felicidad, el éxito y la perfección con ciertas características corporales ilusorias, sintiéndose frustrados cuando su propia imagen no coincide con la impuesta, lo que desencadena estos trastornos.
Además de la anorexia y la bulimia, la vigorexia está ganando terreno entre los varones, esta afección hace que los enfermos coman compulsivamente para subir de peso y pasen excesivas horas dentro del gimnasio con el fin de aumentar la masa muscular porque de lo contrario se ven débiles y enclenques.